martes, 13 de marzo de 2007

COLUMBRETES II

EL INFORME COLUMBRETES
(Parte 2 de 3)
Diario de bitácora 2º día
El 2º día se inició sin acabar el primero, cuando vinimos de cenar y antes de irnos a dormir nos reunimos en la bañera del Ñeque para planificar la siguiente jornada, Jaume y Ramón fueron a disfrutar de su merecido descanso, y Mosi y yo nos quedamos para acabar él ultimo cigarro y charlar, cuando vimos que un velero, en plena noche, levaba anclas, con una mirada nos pusimos de acuerdo, no esperaríamos al amanecer. Consultamos rápidamente la carta para trazar un rumbo, y sin hacer ruido nos pusimos manos a la obra, fuera amarras, un empujoncito, y fuera del muelle. Al poner el motor en marcha el “capi” nos pillo, pero le pareció buena idea para ganar tiempo, la navegación nocturna fue emocionante y preciosa y ver el amanecer navegando, espectacular. A media mañana llegábamos a las Columbretes, la primera impresión al entrar en ese circo rocoso fue estupenda, y mejor aun cuando pudimos escoger la bolla de fondeo, y tener una vista esplendida de toda la cumbre del volcán.
Pudimos bucear y ver grupos de barracudas, algún mero, pulpos, y contemplar una variedad del coral rojo y unas algas laminarias singulares.
A la hora de comer, y cocinando una pizza en el horno, Ramón convenció a unos vecinos abarloados, que cocinasen la lubina para cenar con la excusa que nosotros nos habíamos quedado sin gas butano, ¡GLUPS ¡, no percibieron el olorcillo del queso derritiéndose.
A la tarde más buceo y paseos con la zodiac. Cenamos en el barco de los vecinos, y compartiendo pescado, buenos caldos de rioja y otras viandas, pasamos un rato muy divertido y agradable explicando aventurillas.
Al igual que la noche anterior, la partida no se hizo esperar.
Empezaba otra singladura excitante.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Romperé el hielo (debe ser una de esas semanas en que todos estamos ocuuupadísimos) para decirte que me ha encantado el relato, vivencia de lo más apetecible, para repetir..¿qué tal cocinaron el pescao?.

Anónimo dijo...

Pues la verdad, salio riquisimo, lo cocinaron al horno con cebollita, limones y especias.
cenamos once, y sobre, era un bicho impresionante, se nota que el que lo pesco era un autentico experto (je,je,je,je)

Anónimo dijo...

La famosa lubina que Sergi pescó, bueno, más bién se "encontró", con la ayuda de Jaume y mía estaba muy buena, muy bien cocinada. Yo hubiera comido más pero por educación dejé que "otros" se pusieran tibios.
Efectivamente me despertaron los guiños que daba el Ñeque cuando todavía no habíamos pasado entre luces a causa del buen yantar de los dos pilotos que decidieron salir de noche para contemplar las estrellas desmontando, casi deshaciendo, la toldilla. La verdad es que yo, no sé si a causa
de la conversión de la vianda, que estaba en pleno apogeo, lo veía todo anubarrado.
Seguiré.

Anónimo dijo...

"encontró" "encontró"
Que mala es la envidia.

Anónimo dijo...

Continúo.
Mientras acontecía lo relatado, Jaume yacía soñando con Coro.
Dicen que vieron la aurora. Creo que justo llegaron al orto porque de repente me encontré solo en la bañera amarrado al arnés diciendo adiós a mis excesos. ¡Vaya lapso!.
Me equivoco, perdón, esto sucedió antes del alba; luego me dejaron solo de noche. Mayor infamia no cabe.
Mientras todo esto sucedía Jaume seguía dormitando, posiblemente soñando con sus niños porque se escondía debajo de la almohada.
Poco después de clarear vislumbramos ese capricho de la naturaleza. La bañera al completo como si las "columbretes" nos hubieran despertado para admirar
esa fantasía del mar, que al ritmo del Ñeque se iba engrandeciendo.
¡Ah! Jaume también estaba. Creo que se depertó, no por el silbido de las culebras, sino porque vio durante su letargo a Jaume Jr. acercándosele con una caña y mil anzuelos para que le ensartara los gusanos.
Continúa.

Anónimo dijo...

Precioso, Ramón

Anónimo dijo...

Me suena a mí, por vuestro relato, que antes de zarpar os pulisteis, como poco, un barril de ron....
Por cierto, para Quim y Mar, muchas gracias por el dvd de los astilleros carabela. Lo veré con mi marinero esta noche.
Otra cosa, Sergi, ya que tú eres el encargado del avituallamiento para emprender la ruta de la sal, sí te parece, os preparo un guiso para la primera comida en alta mar. Sí es así, dime sí tenéis alguna manía culinaria entre la tripulación. El capi y el segundo ya sé que no.

Anónimo dijo...

Santa viento del norte, no existen palabras para expresar mi agradecimiento y mi rotunda afirmación para tu generosa proposición, por supuesto que me parece bien. y toda la tripulación.
Quedo gravemente endeudado contigo.

un besote

Anónimo dijo...

Ya a salido la lista de inscritos de la ruta de la sal 07, y adivinar quien participa?
"el surfer" y "el cavabieri"

Anónimo dijo...

yo sabía que lo mío con los calcetines no es una cosa que se pase tan alegremente:

cuando era pequeño porque no había manera de colocárselos bien; que si la punta hace arrugas, que el talón torcido, que subidos la goma apretaba, que bajados aumentaba el frío y además daba la sensación de llevar calentadores como las niñas...

de adolescente me dieron momentos buenos porque tenia un amigo que se especializó en la observación y crítica del calcetín; cuando nos juntábamos después del cole me hacía resúmen de lo que había visto en el tren : fantástica combinación de calcetín blanco corto con dos rayas (rojo-azul)con zapato y pantalón negro, calcetín de rejilla a juego con zapato de idem, calcetín de rombos, de licra, de lana gorda, ejecutivos sobre pierna más o menos peluda...el tema dio para buenas panzadas de reir...

desde que cuido niños pongo y quito calcetines como un tonto, siempre bajo las órdenes del mocoso de turno: que si este es grueso y aprieta el zapato, que yo los quiero bajados, que el dedo se me dobla, que con estos me patino...


lo mejor es que una vez me fijé en una chica que andaba por la acera camino de la estación y lo que más me llamó la atención de ella es que llevaba los calcetines del uniforme bajados a media pantorrilla y con el talón de los mismos que asomaban retorcidamente por la "lengüeta" de los zapatos. Me encantó ese desaliño de niña-chica de patio de cole, tanto que ya no me olvidé de ella nunca más. Pasados 20 años se convirtió en la madre de mís hijos...¡tela con los "michones"¡

¿llamo al psicólogo o arreglamos el asunto "calcetín del espinaker" de una puñetera vez?

atentamente

candidato a escribir un libro de autoayuda titulado "dejar los calcetines no es facil"

Anónimo dijo...

Pedimos cita juntos al psicologo.
llevo dos dias sin dormir por el caprichoso "mitjo" de gennaker.
cuenta con mis tristes aventuras para tu libro